Con corazones pesados anunciamos el fallecimiento de Esther Solorio Rodríguez, una querida matriarca, quien nos dejó pacíficamente el 24 de septiembre de 2024. Nacida el 23 de octubre de 1939 en La Piedad, Michoacán, México, Esther fue una mujer de inmensa fuerza y bondad. Fue la esposa adorada de Juan Rodríguez, su compañero en la vida y el amor, y juntos construyeron una familia que abarca generaciones.

Esther y Juan fueron bendecidos con seis hijos, tres de los cuales trajo al mundo en un rancho en México. Durante esos primeros años, a menudo montaba un caballo a la ciudad con sus hijos para comprar lo necesario. En la década de 1960, en busca de nuevas oportunidades, Esther y Juan emprendieron el valiente viaje de México a California, donde ella pasó más de 20 años trabajando en la pesca del condado de Humboldt. Su dedicación y arduo trabajo fueron un testimonio de su espíritu inquebrantable. Posteriormente, la familia creció con 14 nietos y dos bisnietas, quienes continúan su legado de amor y resiliencia.

Además de su trabajo en la pesca, Esther desempeñó varios empleos a lo largo de su vida, incluyendo trabajar en diferentes restaurantes, ama de casa, cuidado y viajar a Stockton para trabajar en los campos con su familia. Su resiliencia y ética de trabajo eran evidentes en todo lo que hacía, siempre esforzándose por proveer a su familia.

Esther y Juan persiguieron su sueño abriendo un pequeño restaurante mexicano llamado Acapulco en Arcata. Allí, deleitó a la comunidad con sus increíbles habilidades culinarias, compartiendo los ricos sabores de su herencia y uniendo a las personas a través de su talento culinario.

Esther no solo era una cocinera increíble sino también una esposa, hermana, madre y abuela amorosa. Una de sus tradiciones más preciadas era enseñar a sus nietos a hacer sus deliciosas tortillas. Su calidez, sabiduría y apoyo tocaron la vida de todos los que la conocieron. Tenía una habilidad innata para hacer que todos se sintieran especiales, y su hogar siempre fue acogedor, lleno de risas, amor y comida deliciosa.

Esther es precedida en la muerte por sus padres Octavio y Concepción Solorio; su esposo Juan Rodríguez; y su nieto Jesús Rodríguez. Le sobreviven sus hijos Ramón Rodríguez, Concepción (Ron) Hernández, Gustavo (Guadalupe) Rodríguez, Johnny (Sara) Rodríguez, Joaquín (Sheri) Rodríguez, José (Lea) Rodríguez; sus nietos Erica (Juan) Méndez, Mónica Hernández, Verónica Rodríguez, Anthony Rodríguez, Hunter Ocker, Ariana Rodríguez, Destiny Rodríguez, Natalie Rodríguez, Alex Rodríguez, Cecilia Rodríguez, Preslee Rodríguez, Cruz Rodríguez; y sus bisnietas Sofía Méndez y Jasmin Méndez.

Su familia y amigos echarán profundamente de menos a Esther, pero su espíritu vivirá en los corazones de quienes la amaron. Esther deja detrás de ella un legado de amor, arduo trabajo, perseverancia y devoción que inspirará para siempre a su familia y a todos los que tuvieron el privilegio de conocerla.

Un rosario se llevará a cabo el 11 de octubre de 4 p.m. a 7 p.m. en la funeraria de Goble en Fortuna.

La misa se celebrará el 12 de octubre a las 11 a. m. en Sacred Heart en Eureka, seguida por el sepelio en el Sunset Memorial Cemetery en Eureka.

Recepción a partir de la 1 p.m. en la Sala de eventos de la Lost Coast Brewery — 1600 Sunset Drive, Eureka

Descansa en paz, querida Esther. Siempre estarás en nuestros corazones.

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El obituario anterior fue enviado en nombre de los seres queridos de Esther Rodríguez. Lost Coast Outpost publica obituarios de residentes del condado de Humboldt de forma gratuita. Consultar las normas aquí. Correo electrónico: news@lostcoastoutpost.com.