El asambleísta James Ramos, parte del Comité Selecto sobre la Felicidad y los Resultados de la Política Pública, escucha a un ponente durante una audiencia informativa en el Capitolio estatal en Sacramento el 12 de marzo de 2024. Foto de Fred Greaves para CalMatters.

Para muchas víctimas de violencia doméstica en California, el peligro no termina cuando su agresor es sentenciado a prisión. En cambio, se convierte en un juego de espera hasta que el agresor sea liberado.

El asambleísta James Ramos, un demócrata de San Bernardino, quiere que California instituya una red de seguridad de seis meses para los sobrevivientes emitiendo órdenes de protección temporales que restrinjan el contacto durante esa ventana crítica.

Su propuesta, Proyecto de Ley 285 de la Asamblea, tiene como objetivo cerrar la brecha entre el momento en que un acusado es liberado y el momento en que la víctima obtiene una orden de restricción permanente.

“Al emitir una orden de protección penal, nos aseguramos de que, al momento de la liberación del agresor, no puedan contactar a aquellos a los que victimizaron”, dijo Ramos. “Esto es especialmente importante cuando se trata de Personas Indígenas Desparecidas y Asesinadas, ya que muchos de estos casos se derivan de la violencia doméstica”.

El año pasado Ramos aprobó un proyecto de ley relacionado, AB 2695, que requiere que el Departamento de Justicia del estado rastree incidentes penales que implican a Personas Indígenes Desparecidas y Asesinadas, y que registre si los incidentes de violencia doméstica tuvieron lugar en tierras tribales. Las tribus de California han estado presionando por una declaración de emergencia para ayudar a abordar la alta tasa de casos no resueltos que a menudo se derivan de la violencia doméstica.

Actualmente en California, las órdenes de restricción pueden caducar antes de que alguien condenado por violencia doméstica sea liberado, dejando a las víctimas desorientadas.

“Los sobrevivientes a menudo viven con miedo de enfrentarse a una fecha eventual de liberación de prisión y de contacto potencial con el agresor”, dijo en un comunicado Jason Anderson, Fiscal del Condado de San Bernardino y co-patrocinador del proyecto de ley.

El proyecto de ley de Ramos requeriría que una orden de restricción de seis meses entre en vigencia antes de que el agresor sea liberado. Los partidarios esperan que esto le dé tiempo al sobreviviente para obtener órdenes de protección permanentes, dijo Mike Hestrin, Fiscal del Condado de Riverside, quien también es co-patrocinador del proyecto de ley.

Bajo una orden temporal, un juez podría prohibir la comunicación con la víctima, impedir que el acusado moleste, hostigue, amenace o dañe a la víctima, y ordenar a las agencias del orden público que proporcionen protección para las víctimas y sus familiares, establece el proyecto de ley.

Susanna Barnett, directora ejecutiva de Morongo Basin Unity Home, una organización sin fines de lucro que sirve a personas que han experimentado violencia doméstica en Yucca Valley, dijo que es una preocupación real para sus clientes.

“Cuando el agresor ha sido liberado, podría estar enojado porque él o ella los metió en la cárcel o prisión”, dijo Barnett. “Sienten que es culpa de la víctima que llamaron a la policía o les pusieron una orden de restricción. Es muy común.”

Cuando los agresores regresan, dijo, “Es peor… Sienten que han perdido el control, así que escalan a la violencia física”.

Dijo que a veces los jueces niegan las órdenes de restricción cuando un acusado ha estado en prisión durante mucho tiempo y no ha ocurrido ningún delito nuevo.

“Si no ha sucedido nada, entonces no otorgarán la orden de restricción, lo cual es un poco contradictorio, porque queremos que estas personas estén seguras,” dijo Barnett.

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